Con la implementación de la Ley de Innovación en EE. UU., los funcionarios de la Unión Europea se han visto obligados a acelerar el ritmo del proyecto del euro digital. Según el Financial Times del Reino Unido, un funcionario que pidió no ser identificado declaró que, si se continúa avanzando al ritmo original, la cuota del euro en el ámbito de los pagos internacionales podría ser devorada por las monedas estables en dólares.
Esta urgencia ha llevado a intensos debates internos en el Banco Central Europeo. Algunos tecnócratas han propuesto desplegar la moneda estable del euro en blockchains públicas como Ethereum, para aumentar la velocidad de circulación y reducir los costos de desarrollo. Sin embargo, quienes tienen una perspectiva más conservadora se han mostrado preocupados, argumentando que la transparencia de las cadenas públicas podría comprometer la protección de la privacidad. Actualmente, estas dos posiciones siguen en fuerte confrontación y aún no han llegado a un consenso.
Los datos actuales muestran que las empresas no europeas han ocupado el 70% del mercado de los pagos procesados en la zona euro. La UE teme que, si no se toman medidas, el 30% restante del mercado también podría perderse. Por lo tanto, la decisión sobre si el euro digital debería adoptar una cadena pública o privada se vuelve cada vez más urgente.
Sin embargo, en esta revolución de las monedas digitales, la Unión Europea se enfrenta a un dilema. Por un lado, necesitan actuar rápidamente para mantener la posición internacional del euro; por otro lado, las decisiones apresuradas pueden conllevar riesgos inesperados. Como dice el antiguo proverbio, actuar demasiado pronto es peor que actuar en el momento adecuado, pero la excesiva prisa también puede llevar a errores.
En esta carrera global de monedas digitales, las decisiones de la Unión Europea no solo afectan el futuro del euro, sino que también tendrán un profundo impacto en el panorama financiero mundial. Independientemente de la ruta tecnológica que se adopte finalmente, la Unión Europea necesita encontrar un equilibrio entre la innovación, la seguridad y la eficiencia para asegurar que la moneda estable euro digital pueda ocupar un lugar en el escenario financiero internacional en el futuro.
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WhaleWatcher
· hace18h
¿Ahora estás nervioso?
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0xSunnyDay
· hace18h
No puedo esperar para ver la obra.
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quiet_lurker
· hace19h
Si no te mantienes al día con los tiempos, recibirás golpes.
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NFTArtisanHQ
· hace19h
fascinante cómo el paradigma de la soberanía digital refleja los ready-mades de Duchamp...
Con la implementación de la Ley de Innovación en EE. UU., los funcionarios de la Unión Europea se han visto obligados a acelerar el ritmo del proyecto del euro digital. Según el Financial Times del Reino Unido, un funcionario que pidió no ser identificado declaró que, si se continúa avanzando al ritmo original, la cuota del euro en el ámbito de los pagos internacionales podría ser devorada por las monedas estables en dólares.
Esta urgencia ha llevado a intensos debates internos en el Banco Central Europeo. Algunos tecnócratas han propuesto desplegar la moneda estable del euro en blockchains públicas como Ethereum, para aumentar la velocidad de circulación y reducir los costos de desarrollo. Sin embargo, quienes tienen una perspectiva más conservadora se han mostrado preocupados, argumentando que la transparencia de las cadenas públicas podría comprometer la protección de la privacidad. Actualmente, estas dos posiciones siguen en fuerte confrontación y aún no han llegado a un consenso.
Los datos actuales muestran que las empresas no europeas han ocupado el 70% del mercado de los pagos procesados en la zona euro. La UE teme que, si no se toman medidas, el 30% restante del mercado también podría perderse. Por lo tanto, la decisión sobre si el euro digital debería adoptar una cadena pública o privada se vuelve cada vez más urgente.
Sin embargo, en esta revolución de las monedas digitales, la Unión Europea se enfrenta a un dilema. Por un lado, necesitan actuar rápidamente para mantener la posición internacional del euro; por otro lado, las decisiones apresuradas pueden conllevar riesgos inesperados. Como dice el antiguo proverbio, actuar demasiado pronto es peor que actuar en el momento adecuado, pero la excesiva prisa también puede llevar a errores.
En esta carrera global de monedas digitales, las decisiones de la Unión Europea no solo afectan el futuro del euro, sino que también tendrán un profundo impacto en el panorama financiero mundial. Independientemente de la ruta tecnológica que se adopte finalmente, la Unión Europea necesita encontrar un equilibrio entre la innovación, la seguridad y la eficiencia para asegurar que la moneda estable euro digital pueda ocupar un lugar en el escenario financiero internacional en el futuro.